jueves, 11 de agosto de 2011

PERSONAJES IMPORTANTES

ALFONSO X EL SABIO:
Biblioteca de autor sobre la figura y obra de ALFONSO X el Sabio (1221-1284). Desde un punto de vista literario, historio gráfico, científico o de pensamiento, la producción alfonsí representa una auténtica edad de oro de la cultura española y también uno de sus fundamentos


ISABEL LA CATÓLICA
Portal sobre la figura de la reina Isabel I de Castilla (1474-1504) y la época de los Reyes Católicos (1474-1516). Esta página electrónica incluye una extensa colección de textos, documentos, estudios, bibliografía y enlaces.


CRISTOBAL COLON
Portal sobre la figura de Cristóbal Colón en el V centenario de su muerte (Valladolid, 20 de mayo de 1506). Este sitio web ofrece una amplia colección de fuentes documentales, estudios, bibliografía y enlaces de interés.


BARTOLOME DE LAS CASAS
Esta Biblioteca de Autor dedicada a la figura del dominico Bartolomé de las Casas pretende dar a conocer la lucha que desarrolló a lo largo de su vida el obispo de Chiapas en defensa de los derechos de los indios. Con ella podemos conocer su trayectoria vital, así como sus principales obras, entre otros materiales.


CARLOS V
Sitio web sobre el emperador Carlos V (1500-1558) y su época, con documentos, estudios y enlaces de interés.


PALAFOX Y MENDOZA
La página de Juan de Palafox y Mendoza es un acercamiento a una de las figuras más importantes del México virreinal. Obispo de Puebla de los Ángeles entre 1639 y 1649, el fondo documental que componen sus manuscritos puede consultarse en el Portal Manuscritos de América en las Colecciones Reales.


FRANCISCO DE ISLA
La Biblioteca de Autor de José Francisco de Isla, dirigida por Joaquín Álvarez Barrientos, incluye un amplio catálogo con la producción de Isla, una selección de estudios junto con imágenes, enlaces, cronología, bibliografía, entre otros valiosos contenidos.


JORGE JUAN SANTACILIA
Biblioteca de autor sobre la obra y figura de Jorge Juan Santacilia (1713-1773), marino, científico y eficaz servidor del Estado.


LORENZO HERBAS Y PANDURO
Biblioteca de autor, que bajo la dirección científica del profesor Antonio Astorgano Abajo, aborda la figura y la obra del polígrafo y jesuita expulso Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809), en la España de la Ilustración.


GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS
Biblioteca de autor sobre la figura y obra de Melchor Gaspar de Jovellanos (1744-1811), bajo la dirección científica de Álvaro Ruiz de la Peña, profesor de Literatura Española en la Universidad de Oviedo.


FRANCISCO DE MIRANDA
Dedicado a la figura de Francisco de Miranda, precursor de la Independencia de Venezuela e Hispanoamérica, se le conoce como el primer «criollo universal» y esta página ofrece una biografía y un catálogo de algunas de sus obras entre otros materiales.


SIMON BOLIVAR
El libertador, como fue conocido, ocupa un lugar importante en la historia de Venezuela y esta página rescata su figura haciendo un recorrido por su archivo, biblioteca y otras obras relacionadas con su persona y hazañas.


MONSEÑOR ROMERO
Completo recorrido por la vida y la obra de este arzobispo salvadoreño tan emblemático. Pueden disfrutar en él de sus homilías, su diario y otros materiales significativos para conocer la figura de Monseñor Romero.











DICTADURAS EN AMÉRICA

En la antigua Roma, cuando la república debía enfrentarse a situaciones de extrema gravedad, los cónsules designaban a un dictador que asumía todos los poderes hasta el restablecimiento de la normalidad. Tras el surgimiento de las modernas democracias en el siglo XIX, el término de la dictadura volvió a ser utilizado, esta vez para designar aquellos regímenes políticos cuya legitimación no se fundamentaba en el modelo democrático liberal.
Se llama dictadura o régimen autoritario a una forma de organización política según la cual el poder está encarnado en una persona o en un pequeño número de personas, que lo ejercen de forma absoluta. Tal sistema político recibe también, a veces, la denominación de totalitario, si bien el concepto de totalitarismo se ha utilizado más estrictamente para designar a movimientos ideológicos en que la persona y la sociedad se subordinan al estado, como sucedió en el fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemán o el socialismo estalinista.
Por lo general de un régimen dictatorial suele ser el resultado de un proceso de profunda convulsión social, provocada por una situación revolucionaria o por una guerra, y se produce normalmente por medio de un movimiento militar contra las estructuras del poder anteriormente establecido, movimiento que adopta la forma de golpe de estado. En unos casos, tal movimiento militar se produce en defensa de los intereses de los grupos minoritarios del estado; en otros, en apoyo de sectores más amplios.
en ocasiones, el origen de un régimen dictatorial no se halla en un golpe militar, sino en un golpe de estado político, llevado a cabo desde las propias estructuras del sistema que se pretende abolir. Tal fue el caso de la dictadura nazi impuesta por Adolf Hitler en Alemania o el de la dictadura fascista de Benito Mussolini en Italia. La debilidad de las instituciones es aprovechada en estos casos para imponer la atribución explícita del poder político a un partido de talante no democrático, que ya a impuesto socialmente su prepotencia.
Los estados dictatoriales han buscado su legitimación en teorías como la del "caudillaje", según la cual en determinadas épocas históricas surgen en algunas comunidades personas dotadas de un especial carisma o dotes providenciales y destinadas a conducir a la nación hacia determinados objetivos de valor trascendente. En otros casos, estos regímenes se han dotado de formas democráticas que aceptan, incluso, la existencia de partidos políticos afines, así como la celebración periódica de elecciones, ganadas invariablemente por aquellos mismos que las convocan.
Además de las habituales medidas policiales o de fuerza que utilizan para asegurar su mantenimiento en el poder, las dictaduras suelen recurrir también, de manera sistemática, a la propaganda política y al culto a la personalidad del máximo dirigente como medio eficaz de asegurarse el apoyo activo de la población.
En América Latina, pese a la poderosa influencia que en su origen y posterior configuración tuvieron las ideas de la revolución francesa, numerosos países latinoamericanos vivieron desde su nacimiento largos períodos de anormalidad democrática. El siglo XIX presenció el surgimiento de numerosos caudillos que, desde provincias o regiones periféricas, se rebelaron contra los débiles gobiernos centrales y se hicieron con el control político de sus respectivos países. Son ejemplos destacados del caudillismo decimonónico Juan Manuel de Rosas en la Argentina, José Gaspar Rodríguez de Francia en Paraguay y Antonio López de Santa Anna en México. Ya en el siglo XX, la instauración de regímenes dictatoriales respondió en general a situaciones nacionales de mayor complejidad en las que las motivaciones personales de quienes dirigieron los levantamientos desempeñaron un papel no exclusivo.

ANTECEDENTES.
GUERRA DE INDEPENDENCIA
La Guerra de Independencia de los pueblos hispanoamericanos fue cruel, encarnizada, y puso de manifiesto las luchas internas de poder entre la élite criolla. La clase dominante se fraccionó en distintos grupos de poder: patriotas realistas, centralistas, federalistas, moderados, liberales y conservadores. Por ejemplo, en Chile, el Congreso Nacional estaba dividido en grupos: moderados e independentistas (encabezados por Bernardo O'Higgins). En Venezuela, el Congreso Nacional mostró, también, diferencias entre los grupos políticos, sin embargo, los grupos a favor de la independencia dominaron. Francisco de Miranda y Simón Bolívar (ambos independentistas) organizaron, en 1810, la Sociedad Patriótica, con el fin de lograr la separación. Venezuela declaró la independencia en 1811, y redactó una constitución que adoptó la forma de gobierno republicano y federal, similar a la Constitución de Estados Unidos. Los conflictos internos y la movilización de las fuerzas españolas sofocaron y suprimieron la Primera República de Venezuela. Ante el fracaso venezolano, y las pocas posibilidades de lograr el apoyo de Nueva Granada para la recuperación de Venezuela, Bolívar decidió exilarse en Jamaica.
En México, los sectores populares más afectados por las luchas entre criollos y peninsulares fueron los indios y los mestizos. Ante las pésimas condiciones sociales y económicas del campesino indígena, el padre Miguel Hidalgo se levantó en rebelión, en 1810. El Grito de Dolores inició la guerra de independencia de México. Este movimiento era esencialmente indígena y campesino, y careció del apoyo de los sectores dominantes como la iglesia y la elite criolla. Ante la derrota y muerte de Hidalgo, en 1811, José María Morelos retomó la lucha armada. Para 1813, éste convocó el Congreso de Chilpancingo, y planteó la independencia absoluta de México. La causa libertaria de Morelos quedó truncada, en 1815, al ser capturado y ejecutado.
En la región de La Plata (Buenos Aires), la lucha entre criollos y peninsulares se vio afectada por otra fuerza externa que ejerció presión sobre la región: Inglaterra. En los años de 1806 y 1807, La Plata fue ocupada por Inglaterra. Esta ocupación provocó una crisis en la administración colonial, pero, también, estimuló el espíritu nacionalista de los porteños, y puso de relieve la fragilidad del imperio español. La única colonia en Sur América que mantuvo la adhesión y lealtad a España fue Perú. Razones de tipo social y racial contribuyeron a este hecho: la clase criolla peruana prefirió mantener la lealtad a España ante el temor de una alianza entre los mestizos y los indios, que eran numéricamente superiores a ellos, pues dicha alianza podía poner en peligro sus intereses económicos y sociales.
En el Caribe, Puerto Rico y Cuba también permanecieron leales a España. Sin embargo, en ambas islas, comenzó a perfilarse un movimiento a favor de la independencia. En Puerto Rico, por ejemplo, hubo una gran simpatía hacia la causa libertaria, y el pueblo puertorriqueño se negó a participar militarmente en contra de los hermanos latinoamericanos. Ante la solidaridad manifiesta de Cuba y Puerto Rico a la guerra de independencia, España decidió reforzar el sistema represivo en las islas con el fin de evitar levantamientos revolucionarios, y logró retener las islas.
Las colonias centroamericanas también se rebelaron contra España. De hecho, la primera provincia en declarar su independencia fue El Salvador. Al contrario de México, la rebelión centroamericana fue fundamentalmente elitista, y tuvo poca participación de los sectores populares. En 1823, el reino de Guatemala -compuesto por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica- declaró la independencia y en 1824,se organizó la República Federal Centroamericana. No obstante, la República Federal Centroamericana enfrentó serias dificultades que la llevaron finalmente al rompimiento que dio origen a las naciones que conocemos hoy. Para 1815, parecía que el movimiento independentista de las colonias españolas había fracasado. En 1816, las fuerzas expedicionarias de Pablo Morillo reprimieron con dureza a Nueva Granada y Venezuela. A pesar de la reacción antirevolucionaria, comenzaron a resurgir fuerzas de resistencia, como las guerrillas. El movimiento independentista renació con el gran triunfo de la batalla de Boyacá, con el cual se liberó Nueva Granada, y se proclamó la formación de la República de la Gran Colombia, compuesta por Venezuela, Nueva Granada y Ecuador. Bolívar encargó la tarea de libertar al Ecuador al general Antonio José de Sucre, y ésta se completó en 1822.
Mientras la lucha bolivariana se recrudeció en el norte de Sur América, en Chile, las fuerzas realistas dominaban la región, y correspondió a José de San Martín la liberación de este país. En la batalla de Chacabuco, de 1817, San Martín derrotó a los españoles, pero fue en la batalla de Maipú cuando San Martín logró la independencia de la región. El triunfo revolucionario en Chile permitió el establecimiento de un gobierno encabezado por O'Higgins, y con su apoyo, San Martín preparó la campaña para conquistar Perú. En ese mismo año, Agustín de Iturbide, en México, proclamó el Plan de Iguala, que declaró la independencia de México. El encuentro de Bolívar y San Martín se produjo en Guayaquil. Como resultado de la entrevista, San Martín renunció a sus cargos, volvió a Chile, y emigró definitivamente a Europa, Bolívar recurrió a Sucre para la liberación del Alto Perú. La batalla de Ayacucho puso fin a las guerras de independencia, y, con la independencia del Alto Perú, nació Bolivia.
Al contrario de las guerras de Independencia de las colonias españolas, la independencia de Brasil no fue tan devastadora. Brasil se convirtió en la sede del gobierno portugués cuando Napoleón ocupó Portugal, y esta presencia fue importante en el desarrollo de la colonia: Río de Janeiro creció y se fortaleció económicamente, y Portugal permitió reformas económicas en Brasil que beneficiaron a los comerciantes brasileños. En el aspecto político, Brasil era regido como un estado autónomo; no obstante, en 1820, se produjo, en Portugal, un levantamiento que exigió la convocación a cortes y el retorno del rey Joao VI. Ante el retorno del rey, las cortes propusieron revocar el gobierno autónomo de Brasil, y esta situación provocó que el heredero al trono de Portugal, Pedro de Braganza -radicado en Brasil- se pronunciara en contra del gobierno de Portugal. Este determinó levantarse en rebelión, declaró la independencia, y se convirtió en el primer emperador de Brasil.

EFECTOS DE LA GUERRA
La lucha por la independencia tuvo serias implicaciones en los recién independizados territorios: la independencia no aseguró el fin de las guerras civiles, y los conflictos regionales se agudizaron luego de la guerra. Las tensiones sociales y raciales prevalecientes durante la guerra polarizaron las sociedades de los nuevos países. El poder político de las naciones independizadas fue débil, y promovió el desarrollo del caudillismo. Aunque la guerra terminó con el monopolio español, las naciones latinoamericanas quedaron a merced de la influencia económica de Estados Unidos e Inglaterra, que dominaban el mercado atlántico. Esto representó un problema adicional, pues el fuerte desarrollo económico de los norteamericanos resultaba demasiado competitivo para los países recién independizados. Además, en ellos, prevalecía un clima de confusión, desorganización e inestabilidad. Luego de la independencia, las naciones latinoamericanas atravesaron serias dificultades de tipo político y económico que más bien generaron la disgresión de los estados. Además, las potencias extranjeras (como Estados Unidos) veían con gran recelo la unidad latinoamericana, pues podía poner en peligro sus intereses sobre la región.
Después de la independencia, Guatemala buscó apoyo en México como aliado para poder mantener la oligarquía en el poder. Gabino Gaínza declaró su anexión a México e inmediatamente, Iturbide envió un ejército al mando del general Vicente Filísola, que fue muy bien recibido en la capital del reino. Pero se produjo una disensión: El Salvador se sublevó contra los mexicanos, y el ejército de Filísola se dirigió hacia aquella provincia, a la cual pudo someter. A la caída de Iturbide, Filísola volvió a Guatemala, donde la situación había cambiado, y se encontró muchos más partidarios de la separación de México y de una independencia total. Propuso convocar un congreso para decidir lo que había de hacerse. El congreso, reunido el 24 de junio de 1823 en Guatemala, declaró la independencia total. El reino de Guatemala pasó a llamarse Provincias Unidas de Centroamérica, y se nombró un gobierno provisional de tres miembros, encabezado por el doctor Pedro Molina, con la misión de redactar una constitución.
Cuando se redactó la constitución, de influencia norteamericana, en noviembre de 1824, el país pasó a llamarse República Federal Centroamericana. Esta estaba formada por cinco estados, que tenían, a su vez, poderes ejecutivos, legislativos y judiciales completamente autónomos dentro de sus límites territoriales. Las luchas de las oligarquías provinciales para mantenerse en el poder, y la de todos contra el intento centralizador de Guatemala, donde residía el gobierno nacional, llevaron a la disolución de la federación. El presidente, Manuel Arce, y el gobernador de cada provincia (en Costa Rica, Juan Mora Fernández; en Nicaragua, Manuel Antonio de la Cerda; en Honduras, Dionisio Herrera; en El Salvador, Juan Vicente Villacorta; en Guatemala, Juan Barrundia), todos ellos pertenecientes a la oligarquía terrateniente, organizaron gobiernos provinciales fuertes y poco a poco fueron separándose del gobierno central. Nicaragua, Honduras y Costa Rica se declararon independientes en 1838, Guatemala, en 1839, y El Salvador se independizó en 1841.

COMIENZO DE LA VIDA INDEPENDIENTE
Al concluir el siglo XIX, América Latina quedó dividida en 19 naciones y unos territorios incorporados, inmersos en un proceso de formación de nacionalidades que se caracterizará por la violencia que generará la política de los recién nacidos países, en torno a asuntos tales como la anarquía, los gobiernos dictatoriales y la definición de fronteras. Prácticamente todos los países latinoamericanos, menos Brasil, tendrán conflictos de esta naturaleza. La inexperiencia política de los criollos, junto con las luchas civiles y la ambición imperialista de otros países, propiciará la intervención continua de potencias extranjeras como los Estados Unidos e Inglaterra. Esta intervención será el precio que habrá que pagar por irse incorporando a la economía mundial, y al capitalismo europeo, en especial, con Inglaterra.
Al concluir el proceso de liberación, cada una de las nuevas naciones se inició en el ejercicio de la vida independiente en circunstancias muy variadas. Por ejemplo, México sobresale por la complejidad y variedad de los problemas que tuvo que enfrentar, análogos a los que sufrió durante su vida colonial. Además, su posición geográfica lo coloca en una situación conflictiva, pues es, también, la frontera norte de América Latina, y el punto más propicio para la penetración de los países que quisieron apoderarse del control que había perdido España. En otros países, los procesos fueron menos intensos, más localistas, o más uniformes.
México
México inicia su vida independiente bajo el imperio de Iturbide, en 1821 pero, en 1824, promulgó su constitución, y se creó la República Federal de los Estados Unidos Mexicanos. Surgen dos bandos: los centralistas y los federalistas, quienes se debatirán el poder durante casi dos décadas. Durante la decada de 1830, ante la creciente inmigración de estadounidenses al territorio de Texas, el presidente Santa Anna ordena las fronteras texanas, por lo que surgió el conflicto de Texas: los texanos se declararon independientes, y Santa Anna atacó la región para reintegrarla a México. Logró su primera victoria en El Alamo pero, más tarde, fue derrotado. Como resultado, Estados Unidos se apoderó del territorio de Nuevo México y la Alta California. En un segundo enfrentamiento, los norteamericanos invadieron México. El tratado Guadalupe-Hidalgo devolvió la paz: México cedió el territorio desde el Río Grande hasta el Pacífico, y recibió 15 millones de dólares como indemnización.
Tras años de continuas luchas por el poder, Santa Anna (caudillo del pueblo) respaldado por el clero y los grandes terratenientes regresó al gobierno, y se convirtió en dictador. Benito Juárez y otros líderes se rebelaron contra la dictadura de Santa Anna, quien fue derrotado y se exilió en Colombia en 1857. Surgieron nuevos ideales de reforma: separar la Iglesia y el Estado; secularizar la educación; reducir el poderío económico de la iglesia quitándole los bienes; impulsar la economía, y establecer un sistema de justicia apoyado por legislación aprobada por una asamblea representativa.
Se promulgó una nueva constitución en 1857, y Juárez asumió el poder. Dicha constitución prohibía la esclavitud y las propiedades de la Iglesia: concedía la libertad de prensa; eliminaba los monopolios y establecía un gobierno democrático representativo.

CHILE
La República de Chile comenzó su vida independiente en medio de una gran desorganización administrativa. El pueblo veía el cuerpo militar como la única salvación. Bernardo O'Higgins fue designado director del país. Su administración provocó malestar entre el pueblo, al eliminar los títulos nobiliarios, e intervenir en los asuntos eclesiásticos. Fundó escuelas y la biblioteca nacional. Tras ser obligado a renunciar, el país atravesó una época de anarquía durante la cual se abolió la esclavitud. La constitución de 1826 dividió al país en ocho provincias. Con la subida de Prieto al poder, comenzó una época de progreso y de orden. Se les concedió el voto a los varones mayores de veinticinco años que supieran leer y escribir, y, además, tuvieran propiedades. De 1841 a 1851, comenzó la expansión del comercio de las minas de cobre. Con Manuel Montt, el déspota ilustrado, el país continuó su acelerado progreso económico y cultural.

ARGENTINA
Fuertes luchas por lograr la unificación territorial de las diferentes regiones argentinas entre federalistas y centralistas iniciaron la vida independiente de la república. Se convocó un congreso en Tucumán como último intento por salvar la unión pero no tuvo efecto. En 1829, se eligió gobernante a Manuel de Rosas, verdadero caudillo del pueblo. Rosas procuró equilibrar las diferentes clases sociales mientras dominó con mano férrea. En 1852, se presentó una constitución que integraba en un país a todas las regiones del antiguo Virreino de la Plata, hecho que trajo como consecuencia otra guerra civil, ante el rechazo que el documento sufrió entre algunos sectores que se oponían a la integración de un gobierno central. Bartolomé Mitre asumió el poder, seguido por Domingo Faustino Sarmiento, y otra guerra civil. En 1880, Buenos Aires fue proclamada capital de la república. A partir de entonces, se terminó la guerra con los indios, se ocupó y colonizó el desierto, se construyeron líneas ferrocarrileras, se fomentó la agricultura, se establecieron el matrimonio civil y la ley de educación.

CUBA
Cuba continuó siendo colonia española hasta 1898, cuando pasó a ser posesión de los Estados Unidos, durante la Guerra Hispanoamericana. El sentimiento separatista se había hecho sentir en la isla, pero Cuba siguió luchando su independencia y la consiguió.
Problemas fundamentales de la vida independiente
Durante el siglo XIX, los gobiernos de los países recién independizados se vieron influidos por las fuerzas militares, la sucesión dinástica en el gobierno, las técnicas de gobierno no delimitadas, los golpes de estado, el exilio de los ciudadanos más capaces, y el constante fracaso de las constituciones
En el momento de tomar las riendas de los nuevos estados americanos, el elemento criollo no estaba preparado para dirigir el país. Las guerras de independencia fueron encabezadas por hombres dedicados a la carrera militar, que dominaban las técnicas de mando pero que apenas poseían cualidades o principios de administración pública. Como consecuencia de sus victorias militares, controlaron las masas populares, y fueron convirtiéndose en caudillos del pueblo, como Simón Bolívar y José de San Martín. Hubo líderes buenos y malos, pertenecientes a todas las clases sociales, del pueblo o de la clase alta, pero todos con algo en común: su preocupación por la patria. La mayoría de las veces, empezaron luchando por causas nobles, aunque terminaran imponiendo su voluntad, por fuerza o por doctrina, para mantenerse en el poder.
El dictador, por lo general, llegaba al poder después de derrocar el régimen existente. Las dictaduras toman auge en América Latina en las cercanías del siglo XIX.
La diferencia entre ambos líderes, el caudillo y el dictador, estriba en la forma en que llegan al poder: el caudillo recibía el apoyo de las masas del pueblo, era un líder natural, y tenía grandes sectores del pueblo incondicionalmente a sus órdenes. Por el contrario, el dictador era un líder que se apoyaba en las fuerzas militares para ejercer el control de la región. Su gobierno, tiránico y totalitario, menospreciaba o ignoraba el poder legislativo. Tanto uno como el otro promovieron inestabilidad política durante los años posteriores a la independencia.
La única excepción fue Brasil ya que, una vez logró su independencia de Portugal, llevó una vida pacífica libre de dictaduras durante todo el siglo XIX. Esta situación permitió al país iniciar una vida independiente más productiva que la de otras regiones. Como resultado, el desarrollo económico que alcanzó el país durante el siglo XIX fue más sólido.
En el siglo XX

MEXICO
El 18 de Julio de 1872 fallece el presidente Lic. Benito Juárez, declarado Benemérito de las Américas, y, tras de ocupar la Presidencia de la República el Lic. Sebastián Lerdo de Tejada, se proclama el plan de Tuxtepec y el 28 de Noviembre de 1876 asume la Presidencia por primera vez el Gral. don Porfirio Díaz, quien, olvidándose de las viejas causas liberales por las cuales combatiera tan brillantemente, principia por establecer una dictadura patriarcal, que si bien da al país 30 años de paz, pronto degenera y crea una casta de privilegiados que se confabulan con la aristocracia de caciques, hacendados y latifundistas que explotan y oprimen al pueblo.
Por un período muy corto está en la presidencia Manuel González y en 1880 regresa Porfirio Díaz a ocuparla nuevamente. En las siguiente elecciones estaban, Francisco I. Madero candidato del Partido Antireleccionista en contra de Porfirio Díaz y Madero fue hecho prisionero en San Luis Potosí mientras se realizaban las elecciones.
Díaz se reeligió y Madero escapó de la cárcel y se refugio en San Antonio, Texas donde dio a conocer el Plan de San Luis. En él declara nulas las elecciones desconocía al régimen de Díaz, exigía el sufragio efectivo y la no reelección y, señalaba el 20 de Noviembre de 1910 para que el pueblo se levantara en armas contra el tirano.
Al llamado Plan de San Luis, se pronunciaron hombres como Pascual Orozco, Pancho Villa, Emiliano Zapata etc. La insurreción se extendió poco a poco por todo el País. En Mayo de 1911 cayó Ciudad Juárez en poder de los maderístas. Debilitado el gobierno de Díaz entra en negociaciones y el 25 del mismo mes el dictador presentó su renuncia y abandonó el país el 25 de mayo de 1911.
La revolución Maderista del 20 de noviembre de 1910 derrotó al dictador Porfirio Díaz y logró sentar en la Presidencia con sufragios efectivos a don Francisco I. Madero. En Coahuila don Pablo González, el viejo magonista, y estando de acuerdo con don Francisco I. Madero y con Venustiano Carranza para lanzarse contra la Dictadura Porfirista, lo hizo pronunciándose al grito de "!Viva Madero!" el 22 de enero de 1911 en el Puerto del Carmen, del Municipio de Nadadores, Coahuila, al frente de muchos después connotados jefes como Francisco Murguía, Cesáreo Castro, Idelfonso V. Vázquez, Teodoro Elizondo y muchos más.
Francisco I. Madero inmaculado prócer y mártir de la democracia a partir de los Tratados de Ciudad Juárez del 10 de mayo de 1911 y con la renuncia de don Porfirio Díaz, dejó como presidente interino al Lic. Francisco León de la Barra y al antiguo Ejército Federal porfirista según acuerdos en pie, error tremendo que criticó don Venustiano Carranza: "Revolución que tranza, Revolución que se pierde".
Por otra parte, los Porfiristas reclamaban sus antiguos privilegios; los zapatistas exigían el reparto de tierras; la prensa lo atacaba a diario y las rebeliones de Félix Díaz y Bernardo Reyes, independientes entre sí, confluyeron en la llamada Decena Trágica para asentarle el golpe definitivo a Madero.

CHILE
En 1946 ganó las elecciones Gabriel González Videla, líder del Partido Radical, apoyado por una coalición de izquierda cuyos principales componentes eran su propia agrupación y el Partido Comunista. Videla nombró a tres comunistas para ocupar carteras ministeriales, pero la coalición consiguió mantenerse apenas seis meses, ya que los ministros comunistas, con frecuencia enfrentados con los demás miembros del gabinete, fueron destituidos en abril de 1947. Hacia finales del mismo año, Chile rompió relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. En 1948 centenares de comunistas fueron encarcelados en virtud de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, que proscribió al Partido Comunista. Poco después fue sofocada una rebelión militar encabezada por el antiguo presidente Ibáñez. Durante los años siguientes fueron frecuentes las manifestaciones sociales y sindicales. En 1951 se produjeron huelgas en casi todos los sectores de la economía. Al año siguiente, la reacción popular contra los partidos tradicionales tuvo como consecuencia la elección del general independiente Carlos Ibáñez, quien restauró el orden en cierta medida, aunque no pudo solucionar los problemas económicos y sociales. En 1958 asumió la presidencia Jorge Alessandri, y propuso un plan de diez años que establecía reformas fiscales, proyectos de infraestructura y la reforma agraria. En 1964 rompió relaciones diplomáticas con Cuba, aunque restableció los vínculos con la Unión Soviética. En 1960, un maremoto y un terremoto sacudieron al país provocando enormes daños y miles de muertos, especialmente en la zona de Valdivia. En las elecciones presidenciales de 1964, el antiguo senador Eduardo Frei Montalva, candidato de la centrista Democracia Cristiana, derrotó a una coalición de izquierdas. Las importantes reformas de Frei, como la nacionalización parcial del sector del cobre (la denominada ‘chilenización del cobre’), provocaron la insatisfacción de algunos sectores de la derecha, lo que desembocó en una violenta oposición política. Al aproximarse las elecciones presidenciales de 1970, la oposición de izquierda se coaligó en la Unidad Popular. Nombró candidato a Salvador Allende quién ganó las elecciones y comenzó rápidamente a cumplir sus promesas electorales, orientando al país hacia el socialismo (con su popular lema "vía chilena al socialismo". Se instituyó el control estatal de la economía, se nacionalizaron los recursos mineros, los bancos extranjeros y las empresas monopolistas, y se aceleró la reforma agraria. Además, Allende lanzó un plan de redistribución de ingresos, aumentó los salarios e impuso un control sobre los precios. La oposición a su programa político fue muy vigorosa desde el principio y hacia 1972 se había producido una grave crisis económica y una fuerte polarización de la ciudadanía. La situación empeoró aún más en 1973, cuando el brutal incremento de los precios, la escasez de alimentos (provocada por el recorte de los créditos externos), las huelgas y la violencia llevaron al país a una gran inestabilidad política. Esta crisis se agravó por la injerencia de Estados Unidos, que colaboró activamente por desgastar al régimen de Allende. El 11 de septiembre de 1973 los militares tomaron el poder mediante un golpe de Estado, pereciendo Allende en la defensa del palacio presidencial. (La opinión generalizada es que Allende se suicidó durante el asalto al palacio de la Moneda).

ARGENTINA
A principios del s. XX se manifestó la necesidad de reformar el sistema político en un sentido democrático. En la presidencia de Roque Sáenz Peña se aceptó una nueva ley electoral que desde 1912 permitió fundamentales renovaciones. Distintos matices de la democracia argentina se personificaron en Juan B. Justo, Lisandro de la Torre e Hipólito Yrigoyen. Éste asumió la presidencia en 1916 como representante de los radicales. Lo sucedió en 1919 Marcelo T. de Alvear, pero en 1928 Yrigoyen volvió al poder. En 1930 un movimiento armado derrocó el régimen constitucional y puso en el poder al general José Félix Uriburu. Varios presidentes se sucedieron en un período turbulento en el que se adoptaron políticas cada vez más conservadoras y autoritarias. Presionado por los Estados Unidos, el gobierno de Pedro P. Ramírez declaró la guerra a Alemania y Japón en 1944. En las elecciones presidenciales de 1946 triunfó el entonces coronel Juan D. Perón, que fue reelegido para el período 1952-1958. En septiembre de 1955, la revolución encabezada por el general Eduardo Lonardi lo obligó a renunciar a su cargo. En febrero de 1958 fue elegido presidente constitucional para el período 1958-1964 Arturo Frondizi, quien no consiguió detener la crisis económica que asolaba al país desde 1950. A partir de 1962, cuando fue destituido Frondizi por las fuerzas armadas, se sucedieron diversos gobiernos militares y civiles. Perón volvió al poder en 1973, y tras su muerte, ocurrida al año siguiente, lo sucedió en la presidencia su esposa, María Estela Martínez. Continuaron aumentando los problemas económicos y los conflictos sociales, y en 1976 un golpe de estado dio el poder a una junta militar, presidida sucesivamente por Jorge Rafael Videla, Roberto Viola y Leopoldo F. Galtieri. El 2 de abril de 1982 las fuerzas armadas argentinas recuperaron las islas Malvinas, en posesión británica. La derrota ante la armada británica trajo como consecuencia la caída del gobierno castrense. Raúl Alfonsín asumió la presidencia en 1983 e intentó infructuosamente sanear la economía nacional, agobiada por la falta de inversiones y el endeudamiento externo. En 1989 las elecciones dieron el triunfo al peronista Carlos Saúl Menem. Su objetivo fundamental fue recuperar la disciplina económica y atraer la inversión. Durante su gobierno se redujo la inflación y la economía se recuperó.

CUBA
Desde 1909 la vida política de Cuba se desenvolvió normalmente, con las alternativas de algunos movimientos armados. Desde 1933 se hizo sensible la gravitación política de Fulgencio Batista, triunfante en la revolución del 4 de septiembre de ese año y presidente de 1940 a 1944. Batista volvió a la presidencia en 1952, encabezando un movimiento armado, gobernando desde entonces tiránicamente. En 1956, Fidel Castro desembarcó en la isla, iniciando un movimiento revolucionario que en dos años derrocó a las autoridades constituidas. Castro entró en la Habana en enero de 1959. El primer presidente revolucionario, Manuel Urrutia Lleó, debió renunciar a corto plazo por oponerse a las influencias comunistas dentro de su gobierno. Bajo la presidencia de Osvaldo Dorticós Torrado, Fidel Castro proclamó en 1961 la "República Socialista". Entre las medidas decretadas desde entonces figuraron la reforma agraria, la reforma urbana, la nacionalización de la educación, la reorganización del poder ejecutivo, la supresión de las elecciones y el mejoramiento de la flota mercante. Durante las décadas de 1960 y 1970, Cuba se convirtió en un país satélite de la Unión Soviética, encargándose de exportar la revolución comunista al Tercer Mundo. Al iniciarse los años ochenta, había tropas cubanas en Angola y Etiopía, y Cuba prestaba ayuda a gran cantidad de movimientos guerrilleros en América latina. Para desligarse de su imagen de mero seguidor de la URSS, Castro asumió un papel de liderazgo en el movimiento de países no alineados. La caída del comunismo, primero, y la posterior desaparición de la Unión Soviética (1991) supusieron el aislamiento político y económico de Cuba. En 1993 el presidente Castro anunció medidas para liberalizar la economía, la cual se encontraba sumida en una profunda crisis.






REVOLUCIONES DE EUROPA


Entre 1763 y 1848 Europa y América se vieron envueltas en distintas revoluciones. En este periodo histórico pudo observarse como los dos continentes dejaban de lado el Feudalismo para entrar al nuevo sistema: El Capitalismo.
Durante este periodo se sentaron las bases para la expansión de formas de propiedad, de la misma manera se superaba el estado Absolutista para asentar nuevos estados nacionales en términos de ciudadanía y mercado.
Se impulsó el crecimiento económico a través de la libertad de contratación y de asociación de capitales, al mismo tiempo se restringía el derecho a asociación a la clase obrera.
Los procesos revolucionarios no van solo desde el año 1763 al 1848, el primer ciclo de revoluciones que comenzó en los Países Bajos del Norte (Holanda) data del sigloXVI, para luego seguir con la revolución inglesa en el siglo XVII, en el mismo sentido, 1848 solo representa una de las fases de la revolución.
Dos conceptos son necesarios para comprender un cambio revolucionario: crecimiento y desarrollo. Ninguna sociedad es estática y de las contradicciones nacidas de sus relaciones sociales iran surgiendo nuevas formas de organización de la producción y nuevos grupos sociales que las empujen.

2. La independencia Norteamericana: Una revolución burguesa.
La complejidad social de las colonias nos obliga a interpretar los hechos acaecidos entre 1763 y 1783 en función de los distintos intereses, ya que la configuración social y política de las mismas no era idéntica. No debemos entender bajo ningún punto de vista la revolución como una solución de continuidad de los hombres que dirigían Las Asambleas Legislativas de las trece colonias.
Es decir, desde hace mucho tiempo (cuando todavía eran colonias) este país se rige bajo unas medidas muy claras: Sus propios intereses.
La revolución norteamericana no debe ser tratada sino como una revolución burguesa, donde la metrópoli ponía trabas al desarrollo del capital industrial norteamericano.
A finales de la guerra de los siete años Inglaterra quiere reformar el pacto colonial para de esta manera poder centrar el poder en las instituciones feudales, es decir, dotar de poder virreinal a los gobernadores de las trece colonias, además ubico a sus soldados en los hogares de los norteamericanos e impuso una serie de impuestos indirectos sobre los cultivos producidos en el agro norteamericano y comercializados en sus principales puertos.
Conciencia revolucionaria.
Los dirigentes de las trece colonias eran burgueses acostumbrados a gozar del poder social y de un amplio poder político, de aquí que mostraran total insumisión a las medidas tomadas por la metrópoli.
La riqueza estaba desigualmente dividida: en el campo la tensión entre grandes hacendados y pequeños propietarios venia de antiguo; en la ciudad los grandes comerciantes se agrupaban en una elite social mientras veían el descontento de artesanos, obreros y marineros, estos conflictos fueron parte de la propia revolución y la dotaron de una reconocible participación campesina.
El desarrollo de una conciencia revolucionaria popular, es anterior a la proclamación de la política fiscal por parte de Londres. A partir de 1765 el movimiento popular se une con los patriotas burgueses y Gran Bretaña pasa a ser el gran enemigo. De la inestabilidad de esta alianza y de la intervención armada por parte de la metrópoli se puede establecer una cronología interna de la revolución.

3. Fases del proceso revolucionario.
1763-1767
El gobierno ingles debido a sus crisis fiscal incrementa los impuestos sobre las colonias, procede a una reordenación militar y promulga la ley Stamp Act con el fin de evitar el contrabando.
Los lideres burgueses rechazan estas medidas. Entran en escena los Hijos de la Libertad, grupos radicales de menestrales y obreros que se encargan de hacer un boicot sobre las mercancías inglesas.
En 1766 ante la posición de las fuerzas de las Colonias, Londres derogara las Stamp Act e intentara disminuir la presión metropolitana.
1767-1770
Londres decreta un nuevo incremento de la fiscalidad sobre sus colonias. Intentando evitar una repuesta, suspende la Asamblea de Nuevo York, por no aplicar las leyes de acuartelamiento. Se desencadenan protestas y se produce un movimiento radical protagonizado por los Hijos de la Libertad. En 1770 sobrevino la matanza de Boston, él ejercito británico dispara contra la multitud.
1770-1775
La matanza de Boston es utilizada como herramienta de movilización por los Hijos de la Libertad, para los cuales la solución dentro del imperio es poco menos que imposible. Londres adopta una posición de fuerza y reserva el monopolio del comercio del té a la Compañía de las Indias Orientales, con sede en Londres. Los radicales de la ciudad arrojan al agua los cargamentos que debían ser embarcados y Londres aplica en 1774 las Leyes Intolerables: cierre del puerto de Boston, restricción de los poderes a las Asambleas, y juicios de traición efectuados por tribunales ingleses. Ante esta legislación Jefferson publica su primer obra soberanista.
1775-1781
La posición de Inglaterra y sus colonias era irreconciliable. Comienza la guerra en la primavera de 1775. En mayo de 1776 el segundo congreso intercontinental produjo la Declaración de la Independencia y organizo la resistencia armada frente a la metrópoli, se nombro a George Washington cabeza del ejercito de las colonias Unidas. La guerra se prolonga hasta 1881. La internacionalización del conflicto perjudica los intereses de Gran Bretaña y favorece la construcción de los nuevos Estados Unidos de América.
La revolución francesa y la vía campesina.
La revolución en su curso no solo abolió la feudalidad (17 de julio de 1793) sino que la orientación que en ella tuvo la intervención de los campesinos y de las clases populares posibilito la consolidación de amplios sectores del campesinado como propietarios plenos de las tierras, en ese sentido la revolución fue democrática.
Hay otros elementos que le confieren mayor singularidad a la revolución francesa: desde la rápida homologación del sistema métrico hasta la unificación lingüística.
La Asamblea Nacional Constituyente y la Asamblea Legislativa, 1789-1792.
Los pensadores franceses admiraban la organización política, social, económica y la filosofía inglesa. De esa admiración surgieron las ideas principales de la Ilustración francesa: Fe en el progreso humano. Los hombres mejoran a través de la educación. Libertad religiosa. Todos los seres humanos son esencialmente iguales. El gobierno de un pueblo surge por convenio de los ciudadanos.
Los agobios financieros del estado hicieron que Luis XVI enfrentara graves problemas económicos que no se resolvieron con poner impuestos. Entonces encargo su solución a los Estados Generales, asamblea formada por representantes de la nobleza, el clero y el pueblo. Esta asamblea también fracasó. Los representantes del pueblo formaron aparte la Asamblea Nacional. El julio la corte de Luis XVI intento evitar las reuniones, pero esta fue la chispa que incendio Paris y provoco los sucesos del 14 de julio. La capital quedo en manos del pueblo, que protegía a la recién nacida Asamblea a través de la recién creada Guardia Nacional.
Las noticias de Paris intensificaron y difundieron al movimiento campesino que ya había empezado y que a su vez provocó una serie de revoluciones municipales. Los campesinos asaltaban los registros señoriales para borrar a fuego las escrituras de los privilegios feudales que los aherrojaban.
La revolución resultaba de una fusión de movimientos: el burgués de los monárquicos de la asamblea y el del pueblo urbano y campesino. La alianza era inestable, solo se compartían algunos objetivos.
La posición mayoritaria de los asambleístas quedó reflejada en la constitución de 1791 que convirtió a Francia en una monarquía constitucional en la que el verdadero poder pasaba a manos de los asambleístas. Los cargos públicos, incluidos los militares se abrieron al talento, el país se dividió en una serie de departamentos y estos subdivididos en distritos y cantones.
En abril de 1792 la alianza entre la burguesía y el pueblo se rompía. El club de los Jacobinos y el club de los Cordeleros se unían ahora contra la mayoría de la asamblea. El 10 de agosto la multitud parisina marcha hacia Tullerias. La asamblea intenta canalizar el movimiento popular encarcelando al monarca y convoca a elecciones que darían un nuevo régimen al país.
La primera Republica: entre la guerra y el terror, 1792-1794.
En 1792, gobernada por la Convención Nacional, se proclama la República. Los diputados Girondinos intentan frenar a los montañeses que apuestan por una republica social que trace los precios, regule la producción y frene la especulación y la inflación. Los Jacobinos están convencidos de que sin esas concesiones la guerra contra Austria y Prusia que había sido declarada en Abril de 1792 no podía ganarse: El apoyo popular es la única vía para convertir la guerra en nacional. El 21 de enero de 1793 Luis XVI es ejecutado. El 31 de mayo se produce un nuevo levantamiento de las secciones parisinas, los diputados Girondinos serán eliminados de la Convención.
Entre marzo de 1793 y marzo de 1794 se instaura en Francia un periodo llamado del Terror, donde su mayor expresión es la guillotina, va dirigido contra los sospechosos de frenar el asentamiento de la republica social, contra agiotistas y contra especuladores que aprovechan la situación para enriquecerse a costa de la miseria popular. Pero no solo la guillotina: a su lado, los decretos revolucionarios que obligan a la escolarización universal, que erradican la feudalidad y que promueven la libertad de cultos.
La reacción Termidoriana y el Directorio, 1794-1799.
La Convención Nacional estuvo controlada hasta finales de 1794 por el 'grupo termidoriano' que derrocó a Robespierre y puso fin al Reinado del Terror. Se clausuraron los clubes jacobinos de toda Francia, fueron abolidos los tribunales revolucionarios y revocados varios decretos de carácter extremista, incluido aquél por el cual el Estado fijaba los salarios y precios de los productos. Después de que la Convención volviera a estar dominada por los girondinos, el conservadurismo termidoriano se transformó en un fuerte movimiento reaccionario. Durante la primavera de 1795, se produjeron en París varios tumultos, en los que el pueblo reclamaba alimentos, y manifestaciones de protesta que se extendieron a otros lugares de Francia. Estas rebeliones fueron sofocadas y se adoptaron severas represalias contra los jacobinos y sans-culottes que los protagonizaron. La moral de los ejércitos franceses permaneció inalterable ante los acontecimientos ocurridos en el interior. Durante el invierno de 1794-1795, las fuerzas francesas dirigidas por el general Charles Pichegru invadieron los Países Bajos austriacos, ocuparon las Provincias Unidas instituyendo la República Bátava y vencieron a las tropas aliadas del Rin. Esta sucesión de derrotas provocó la desintegración de la coalición antifrancesa. Prusia y varios estados alemanes firmaron la paz con el gobierno francés en el Tratado de Basilea el 5 de abril de 1795; España también se retiró de la guerra el 22 de julio, con lo que las únicas naciones que seguían en lucha con Francia eran Gran Bretaña, Cerdeña y Austria. La guerra con Inglaterra obliga a enviar una expedición a Egipto en 1798-1799 al mando de un joven general Napoleón Bonaparte. El expansionismo y sus amenazas interiores y exteriores van fraguando una alianza, y el 18 de brumario de 1799 se concreta un golpe de estado, uno de de los implicados el general Bonaparte es ahora cónsul de Francia. Esta alianza al avanzar un paso mas se convierte en dictadura bonapartista, y luego en imperio napoleónico. La primera republica queda atrás y la forma monárquica se recupera, pero su depositario es un hijo de la revolución.

4. Napoleón o la revolución exportadora.
En 1803 Francia entra de nuevo en guerra con Inglaterra. El Gran Imperio con su red de territorios anexionados fue tomando forma. En 1805 surgía el reino de Italia. Suiza, Holanda y Bélgica estaban subordinadas a Francia. Tras la campaña de 1806-1807 dieciocho príncipes alemanes se colocan bajo protección de Francia. En 1807 la Polonia Prusiana se transformo en el Gran Ducado de Varsovia. En 1808 José Bonaparte ocupa el trono vacante de España y Junot se encarga de Portugal.
En términos generales, el gobierno napoleónico destruyo las instituciones del antiguo régimen, abolió la feudalidad, desamortizo diezmos, aplico los derechos de herencia y propiedad del código civil. Europa se revoluciona con Napoleón, pero también contra Napoleón. En 1806 Federico Guillermo de Prusia pide que la burguesía liberal del país apoye la defensa de Prusia frente a Napoleón, para esto se alía con la clase señorial Prusiana, con el fin de expulsar a los ministros reformadores. La clase señorial se convirtió en un empresario rural que cultivaba su tierra mediante mano de obra asalariada. En 1808 las tropas napoleónicas invaden España y se desencadena la guerra, pero también la revolución. José Bonaparte se convierte en el nuevo monarca y estallan diferentes formas de descontento popular. Algunas pretenden contener la movilización popular, pero otras quieren organizar la resistencia contra el invasor. En 1808 se forma una junta central, que toma el poder, pero lo resigna poco después (1810) y convoca una consulta al país para la convocatoria de unas cortes que, a la postre, serán Constituyentes. En Cádiz a partir de septiembre de 1810 se impone la facción liberal, allí se lleva a cabo la revolución jurídica contra el feudalismo. La constitución de 1812 aglutina esta obra de destrucción de lo existente y construcción de un estado nación de contenidos liberales y aspiraciones democráticas.
Colonias en América.
Los criollos hispanoamericanos se harán eco de los argumentos expresados por las Juntas Españolas de 1808. La situación revolucionaria que vive España y el arranque de los procesos de independencia hispanoamericanos son dos caras de la misma moneda.
El 22 de enero de 1809, la Junta Central decreta que los dominios españoles de América no deben ser tratados como colonias, sino en pie de igualdad con el resto de España. El primer brote de emancipación en América surge en Caracas en 1810, se suprimen los impuestos sobre las importaciones, se decreta la libertad de comercio, se erradica la alcabala para los artículos de primera necesidad, así como el pago de tributos de indios y se prohíbe él trafico de esclavos (Aunque no su posesión). El ejemplo Caraqueño se expande a otras partes: Buenos Aires, Quito, Santa Fe de Bogota, Nueva España y Chile. A partir de entonces y hasta 1826 Hispanoamérica vive un proceso revolucionario.
El trono y el altar: En tiempos del congreso de Viena.
Derrotado Napoleón en la batalla de Waterloo, en junio de 1815, sus vencedores se reunirán en el Congreso de Viena con el objetivo de reordenar el mapa de Europa. Eran conscientes que durante las guerras napoleónicas las insurrecciones populares habían adquirido un componente nacional, y por ende liberal. Pretendían a toda costa que Italia o Alemania no sean concebidas como estado nación, puesto que estas eran fruto revolucionario de una Europa ocupada por las tropas napoleónicas. De lo que se trataba ahora era de recomponer el viejo sistema de estados en su configuración prerrevolucionaria.
Contradicciones del nuevo equilibrio europeo.
La decisión de mantener la división estatal en Alemania e Italia era presupuesto esencial del sistema de equilibrios dibujado en Viena. En Alemania se estableció una Confederación Germánica que constituía un conglomerado de 39 estados soberanos. En Italia la atomización territorial jugo a favor de las grandes potencias, las cuales fueron recuperando distintos territorios. Sin embargo a pesar del aparente retorno al orden pronto surgieron diferencias entre las potencias (Austria, Rusia, Prusia, Gran Bretaña y Francia), existían diferencias de organización socioeconómica y política, que pronto se tradujeron en intereses distintos.
Francia e Inglaterra a la virtud liberal.
De los Estados participantes del Congreso de Viena, la mayoría eran "naciones de nobleza", sin embargo dos de ellos eran naciones soberanas.
En Francia, la Restauración no fue ni jurídica ni social, aunque sí dinastica. Los intentos por parte de Carlos X por recrear un estado absoluto fracasaron, convirtiéndose en causa directa de la revolución que en 1830 derribo a los Borbones.
En Inglaterra se había establecido un equilibrio entre la Corona, la alta Aristocracia y la nobleza terrateniente. Aunque el parlamentarismo ingles tenia fuertes rasgos del Antiguo Régimen la autoridad absoluta de la realeza había dejado de existir.
La actitud de Francia e Inglaterra, no tan férrea en la salvaguarda del absolutismo, tenia su origen en el componente liberal de ambos países, pero también en sus objetivos estratégicos de política exterior. A su vez, la política exterior estaba íntimamente relacionada con el tipo de crecimiento económico que experimentaban. La revolución industrial transformaba la economía de ambos países y exigía a sus gobiernos la atracción de zonas de influencia que pudiesen convertirse en futuros mercados.

5. La onda de 1820: La revolución en el sur.
Entre 1815 y 1848 el mundo occidental vivió tres grandes oleadas revolucionarias que dieron al traste con buena parte de los propósitos restauradores del Congreso de Viena. El primero tuvo lugar en 1820 y tuvo como foco a Portugal y Grecia donde la revolución tuvo continuidad y éxito nacional. Mas allá de Europa, las regiones hispanoamericanas bajo dominio colonial reanimaron sus movimientos de liberación.
La revolución en España y Portugal.
El 1 de enero de 1820 el general Riego se manifiesta con sus tropas contra el absolutismo y a favor del restablecimiento de la constitución de 1812. La situación se decantó a favor de una nueva situación liberal. Aunque fraccionada la burguesía se adueño de la escena política. Para la burguesía progresista aliarse con la pequeña burguesía radical era la única manera de vencer la presencia de una contrarrevolución realista, compuesta por un campesinado descontento con las medidas fiscales tomadas por el nuevo poder. En julio de 1822 los exaltados consiguieron hacerse con el poder. En abril de 1923 para satisfacción de Fernando VII las tropas de la alianza acababan con la experiencia revolucionaria restableciendo el absolutismo.
Mientras en España ocurría el segundo de los movimientos revolucionarios, al mismo tiempo en Portugal aconteció el primero. La burguesía comercial de ciudades como Oporto fue el motor de la revolución de Agosto de 1820. En 1822 se proclama la constitución. La situación revolucionaria de 1820 a 1823 fue seguida por un interregno en el cual las fuerzas absolutistas y las liberal-burguesas libraron un pulso que se prolongo hasta 1834. A partir de entonces, la transformación jurídica de la propiedad y las relaciones sociales pudo consumarse, nació el Portugal contemporáneo.
El levantamiento napolitano.
En 1819 el ejercito austriaco se retiro de Nápoles. El gobierno del territorio crea una milicia para atajar el bandolerismo que arreciaba. La constitución española de 1812 fue asumida por los liberales napolitanos y el rey tuvo que jurarla



MATEMÁTICAS


Las matemáticas o la matemáticaes una ciencia que, partiendo de axiomas y siguiendo el razonamiento lógico, estudia las propiedades y relaciones cuantitativas entre los entes abstractos (números, figuras geométricas, símbolos).2 Mediante las matemáticas conocemos las cantidades, las estructuras, el espacio y los cambios. Los matemáticos buscan patrones,3 4 formulan nuevas conjeturas e intentan alcanzar la verdad matemática mediante rigurosas deducciones. Éstas les permiten establecer los axiomas y las definiciones apropiados para dicho fin.
Existe cierto debate acerca de si los objetos matemáticos, como los números y puntos, realmente existen o si provienen de la imaginación humana. El matemático Benjamin Peirce definió las matemáticas como "la ciencia que señala las conclusiones necesarias".6 Por otro lado, Albert Einstein declaró que "cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad".
Mediante la abstracción y el uso de la lógica en el razonamiento, las matemáticas han evolucionado basándose en las cuentas, el cálculo y las mediciones, junto con el estudio sistemático de la forma y el movimiento de los objetos físicos. Las matemáticas, desde sus comienzos, han tenido un fin práctico (véase: Historia de la matemática). Las explicaciones que se apoyaban en la lógica aparecieron por primera vez con la matemática helénica, especialmente con los Elementos de Euclides. Las matemáticas siguieron desarrollándose, con continuas interrupciones, hasta que en el Renacimiento las innovaciones matemáticas interactuaron con los nuevos descubrimientos científicos. Como consecuencia, hubo una aceleración en la investigación que continúa hasta la actualidad.
Hoy en día, las matemáticas se usan en todo el mundo como una herramienta esencial en muchos campos, entre los que se encuentran las ciencias naturales, la ingeniería, la medicina y las ciencias sociales, e incluso disciplinas que, aparentemente, no están vinculadas con ella, como la música (por ejemplo, en cuestiones de resonancia armónica). Las matemáticas aplicadas, rama de las matemáticas destinada a la aplicación de los conocimientos matemáticos a otros ámbitos, inspiran y hacen uso de los nuevos descubrimientos matemáticos y, en ocasiones, conducen al desarrollo de nuevas disciplinas. Los matemáticos también participan en las matemáticas puras, sin tener en cuenta la aplicación de esta ciencia, aunque las aplicaciones prácticas de las matemáticas puras suelen ser descubiertas con el paso del tiempo.


CATEGORÍAS GRAMATICALES



Categoría gramatical (parte de la oración o categoría morfosintáctica) es una antigua clasificación de las palabras según su tipo. En la gramática española el término fue introducido por Antonio de Nebrija. Modernamente el término categoría gramatical se refiere a una variable lingüística que puede tomar diferentes valores que condicionan la forma morfológica concreta de una palabra mucho más general que el uso tradicional del término.

En gramática tradicional la clasificación según categorías es de tipo semántico y no-funcional. El concepto tal como se introdujo la gramática tradicional se considera superado y ha sido substituido por un análisis más moderno, no obstante su uso sigue siendo común en la gramática escolar y tradicional.
Las categorías que reconoce y la clasificación que propone la gramática tradicional son morfológicas y no deben confundirse con la función sintáctica que desempeña la palabra o grupo de palabras (locuciones).
La gramática tradicional distingue nueve partes de la oración (las ocho de Nebrija más el artículo):
Artículo (gramática)

Sustantivo

Pronombre

Verbo

Adjetivo

Adverbio

Preposición

Conjunción

Interjección

Las cinco primeras (artículo, nombre, pronombre, verbo y adjetivo) son las llamadas partes variables de la oración, pues las palabras que pertenecen a estos tipos pueden variar en género y número, sin dejar de ser la misma palabra. Una excepción la constituye el verbo, que no varía en género, pero sí en número, persona, tiempo, modo, voz y aspecto.
Obviamente esta clasificación de la gramática tradicional no es aplicable a lenguas como el chino, el turco o muchas lenguas amerindias, bien por carecer de flexión o bien por carecer de preposiciones, o bien porque verbos y adjetivos forman una clase única.
Categorías en la gramática moderna
En teoría lingüística moderna, el término categoría gramatical incluye muchos más aspectos que el término tradicional, que en general sólo se refiere a clases semánticas de palabras. En términos generales una categoría gramatical es una variable morfológica que puede tomar diversos valores para una clase de palabras a la que se aplica, por ejemplo, la clase de los verbos presentan variaciones o realizaciones diferentes según su tiempo, modo, persona, etc. y cada una de estas variables puede tomar diferentes valores, por ejemplo en español la variable "tiempo" puede tomar los valores de pasado, presente o futuro. Normalmente las categorías gramaticales están sujetas a restricciones de concordancia gramatical. Algunas de las categorías gramaticales más frecuentes entre las lenguas de mundo son:
En los elementos predicativos 

Aspecto gramatical

Modo gramatical

Tiempo gramatical

Voz gramatical

Valencia (intrasitividad, transitividad, ditransitividad).

Animacidad

Evidencialidad

En la designativos (nombre, adjetivo):

Caso gramatical

Género gramatical

Número gramatical

Definición gramatical

En elementos designativos y predicativos:

Género gramatical (en las lenguas semíticas).

Número gramatical

Animacidad